domingo, 17 de octubre de 2010

La tierra del choclo y la papa

Reconozco que la comida ecuatoriana me supo muy bien. La papa y el choclo (al menos en la sierra) son los pilares de la cocina local, tanto que el choclo lo comí al menos de seis maneras diferentes y la papa... bueno, las papas, se comen también de varias formas y en algunos casos hay varias especies en un solo platillo.

La bienvenida en Mitad del Mundo fue con choclo, una mazorca de maíz tierno y un trozo de queso. El maíz andino es un poco diferente al que acostumbramos los centroamericanos, la mazorca es más ancha y los granos más gruesos y carnosos. Sabe muy bien, pero no me gustó el ají (una salsa picante echa con tomate de árbol, una "fruta-verdura" de uso extendido en las recetas ecuatorianas).

Canguil, chulpi, choclo y mote son solo cuatro nombres para diferentes formas para preparar al maíz. El primero es el nombre ecuatoriano para "palomitas de maíz", el segundo para el grano tostado que acompaña algunos platos como el Hornado o los ceviches y el tercero para la mazorca tierna.

Mote, el cuarto, fue el que más me gustó. Es maíz hervido. Es suave y tiene un leve parecido a la textura del arroz. Acompaña a varios platos como guarnición, entre ellos el Hornado, otro gran plato para el almuerzo que lleva tortilla (de papa), lechuga al agrio y cuero de chancho (algo parecido a los chicharrones).

Otra de las comidas que más me gustó fue el Yahuarlocro, un plato con base de papas que se acompaña con carne de cordero, aguacate y queso. Yahuarlocro es una palabra de origen Quichua que resulta de la unión de yahuar (sangre) y locro (papa). La papa es el caldo y la sangre es algo parecido a la "moronga", esta se esparce en el platillo que debe ser servido y comido caliente.

Postres hay muchos, pero me gustó mucho el "helado de paila", una helado artesanal que da fama a Ibarra, la capital de la provincia de Imbabura, ubicado a unos 130 km al norte de Quito.

Más allá de su comida este es un lugar con mucha historia y paisajes impresionantes como la Laguna de Yahuarcocha (algo así como el lago de sangre), el Corazón de Imbabura y otros detalles que enamoran a la vista y por la cual los mismo ecuatorianos la llaman "la ciudad a la que siempre se vuelve".

Tras una semana en Quito puedo decir que para mi ya no es solo la Mitad del Mundo, es un bonito país con gente a la que guardo mucho cariño. Un país que se extiende desde las islas Galápagos, pasando por los Andes y que se desliza suavemente por una joven Amazonía. Apenas y conocí un poco de los Andes pero puedo decir que es un país al que fácilmente dan ganas de volver y que para mí ahora tiene lugares como Ibarra, Cotacachi, San Antonio de Pichincha, Pomasqui, Guayllabamba, Los Valles y Atuntaqui, además de gente a la que se quiere más.

PD.
En el viaje solo extrañé dos cosas: mis frijoles y las tortillas de maíz.

Bebidas requiere un apartado especial en el blog, pero no tengo fotos de ellas. El vino caliente y el canelazo local son muy populares para las noches de frío e infaltables en el paseo por Las Rondas.

El Zhumil es una bebida muy buena de la que también aprendí se sirve en cantidades pequeñas, además que la goma en Ecuador se dice chuchaqui y que borracho es chumado. Aunque aclaro, no me "chumé" ni me dio chuchaqui.

Gracias de nuevo a Lorena y su familia.

Choclo con queso. En Mitad del Mundo.

Un pequeño almuerzo... realmente es para 3 personas o más...

Puesto de Hornado. Plátano, papas, carne y una versión de chicharrones.

Pan tradicional. No anoté el nombre, pero es tostadito (algo así como
palitroques pero más poroso) y se come con queso.

Los helados de paila de Ibarra, en el negocio de Rosalía Juárez. Atrás, en la
pared, hay fotos y recortes de reportajes sobre el particular negocio.


Yahuarlocro completo. Sí, el platito de atrás también.
Este es el local de helados de paila más famoso de Ecuador. El de
Rosalía Juárez, en la ciudad a la que siempre se vuelve. Ojalá.

Imbabura tiene un corazón. Esta formación rocosa tiene la forma,
aunque la bruma no me dejó fotografiarlo mejor.

Hay que hacer cuentas. Esta Pilsener es de 1913. Una foto para la polémica XD.


(Próximos posts: Bogotá, Teatro Nacional de El Salvador y celajes de octubre).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué no hay frijoles ahì, ni tortillas, jajaja...la mayoría de salvadorenos extrana eso en el extranjero jajaja...yo no...está bonito, saludos

Artsuhtaraz dijo...

Me diste hambre! aprendiste a hacer algo de comida??? yo quiero..!!! pues si pero a los frijoles y las tortillas algo las tenia que apartar... el elote no lo veo mas grande lo veo enano pero bueno veo cerveza... pilsener... habra que estudiar que significa por que se que a pesar que las marcas puedan ser parecidas... el sabor no! no se confunda la cerveza no sabe igual en todos lados... por lo demas envidio tu viaje y la comilona que te diste! a seguir adelante con el blog!

Unknown dijo...

Gracias por las visitas.
Para Anónimo: Puesí, extrañé la comida de casa, cocinan muy bien y eso no aburre.
Para Astusuhtatarz: el tamaño del elote es un poco engañoso. En la foto no hay nada con que comparar, pero el plato es de tamaño normal. Eso sí por lo robusto de la mazorca se ve enano.
Con lo de Pilsener, es una marca derivada de un tipo de cerveza: Pilsen. No sabía igual, tiene casi 5 grados de alcohol y bueno, no sabe mal tampoco.
Con lo de cocinar. Claro que me traje una receta. ¡Un postre!
Gracias por los comentarios.