Las rosas ecuatorianas reviven cada año la pasión de millones de enamorados alrededor del mundo. En 2010 asistí a FlorEcuador, una de las principales ferias de flores del mundo, un inmenso catálogo de aromas y colores que conquista al planeta. Vea una galería de fotos y conozca un poco más de un cultivo para los enamorados.
Las rosas de Mitad del Mundo*
No es un jardín, pero tiene la pinta de ser el más grande. Sus pasillos rebosan de colores y aromas y cada variedad floral —acomodada por decenas por cada metro cuadrado— es distinta de la otra. Las hay verdes, amarillas, rojas, lilas, violetas, azules... no faltan las combinaciones y otras que, alteradas por procesos humanos, recuerdan al colorido maquillaje de un artista circense.
No se trata de un jardín, es FlorEcuador-Agriflor 2010, una de las mayores exposiciones florícolas de Suramérica y elevado casi a la categoría de santuario de la rosa, un evento bianual desarrollado en el Centro de Convenciones “Mitad del Mundo”, el recinto ferial más importante de Ecuador, nación que busca potenciar el comercio de rosas.
Montar un exposición de este tipo no es fácil. La exposición dura casi el tiempo justo antes de que las flores se marchiten, pero suficiente para motivar a que decenas de hombres de negocios compren tiquetes de avión y vuelen varias horas hasta la feria.
En el interior del centro de convenciones hay euforia. Los stands del evento rebosan de colores y como curiosidad en uno de ellos ofrecen muestras gratuitas de un platillo preparado con pétalos de rosa, mientras que en una abarrotada pasarela esbeltas modelos lucen piezas de lencería adornadas por algunas de las mejores variedades locales.
El ambiente es colorido no solo por la oferta, sino por la cordialidad en la que se hacen los negocios que siempre se pintan de verde. En 2009, el comercio de rosas de Ecuador generó $527 millones (FOB) y la demanda está en alza.
La cadena de producción tiene su base en el cultivo de un área de 3,821 hectáreas. Las especies parecen aclimatarse perfectamente a los Andes ecuatorianos, en la mitad del mundo, donde factores clave como la altura y la constante de radiación solar dan paso a una producción efectiva durante todo el año.
Estas condiciones son aprovechadas por 739 fincas que (hasta 2009) generaban alrededor de 40,000 empleos para abastecer la demanda de exigentes compradores en Estados Unidos (42%), Europa (50%) y otras regiones (Canadá y Latinoamérica).
La edición 2010 de la feria marcó un nuevo récord: 1,500 compradores de 56 países llegaron a Mitad del Mundo motivados por la oferta local, algo que destaca Ignacio Pérez, presidente de la Asociación de Exportadores de Flores (Expoflores).
El evento es grande. Este año reunió a cerca de 200 expositores, duró cuatro días (del 6 al 9 de octubre), los primeros tres exclusivos para ruedas de negocio, mientras que el cuarto fue para que el público apreciara las especies.
“El mundo de las flores viene a ver novedades, nuevas rosas, nuevas flores desarrolladas en este período. La feria marca lo que sucederá en el futuro de la industria”, destaca Pérez, que reconoce que igual que otros rubros los floricultores vieron reducida su actividad por la crisis económica global.
“Para los floricultores la feria será el motor de los negocios florícolas ecuatorianos para los dos años venideros, porque la floricultura no ha pasado por sus mejores momentos”, puntualiza.
Rusia es uno de los países con más apetito por la producción ecuatoriana, lo que quedó demostrado en la XVII feria Flowers 2010, otra feria pero desarrollada en Moscú, en septiembre pasado y donde los floricultores ecuatorianos lograron 14 medallas de oro por características como el tamaño del tallo y botón, así como colores y durabilidad.
Eso hacía más evidente la estadía de compradores rusos para quienes incluso había carteles, publicaciones y materiales especiales en su idioma.
Según medios locales, la rosa ecuatoriana debe viajar al menos ocho días en su ruta a Moscú, una situación que hace vital el desarrollo de una cadena logística eficiente.
El sector lo sabe bien, y varias compañías de transporte estaban en sus propios stands en la feria de Mitad del Mundo para acompañar a los productores y afianzar contratos por el floreciente negocio que en 2009 permitió que Ecuador fuera el origen del 36% de las importaciones totales de flores en Rusia y el 61.5% de las importaciones de rosas de ese país.
(*) Este artículo se publicó en la edición impresa de El Economista (Diciembre de 2010)
Puedo agregar que el sector florícola no es tan romántico como su producto. Recorrí la carretera Panamericana y junto a las plantaciones siempre hay rótulos ofreciendo empleos para los jornaleros.
El trabajo en las plantaciones no es fácil y el tema no se limita a las espinas de las flores, sino a los riesgos sanitarios (que en algunas ocasiones) esconde el cultivo (por el uso de plaguicidas principalmente), una temática que realmente habría querido ver de cerca, pero que por el poco tiempo en Ecuador no pude hacer.
Enlaces con notas sobre la producción ecuatoriana:
Las flores ecuatorianas continúan cautivando en el mercado mundial (2005)